Cómo hacerse un tag domótico casero Z-Wave con el detector de apertura Fibaro FGK-101

El detector de apertura Fibaro FGK1-101 es un módulo Z-Wave tremendamente versátil, que ofrece muchas funcionalidades distintas en el mismo dispositivo, como son las de detección de apertura, medición de temperatura con la ayuda de una pequeña sonda, contacto binario y ejecución de escenas.

La empresa polaca Fibaro, ha conseguido con este dispositivo, aunar el diseño con las funcionalidades de un detector magnético, ya que están disponibles en varios colores para elegir el que más se adapte al color de nuestra puerta y que de esta forma pase más desapercibido. Dadas las características del detector de apertura Fibaro FGK-101, podemos incluso encontrarle algún uso adicional no oficial, como vamos a ver en este artículo.

El sensor Fibaro FGK-101 consta de dos partes: una pequeña caja alargada de unos pocos centímetros que contiene un circuito electrónico, y un pequeño imán. Para un uso tradicional de este módulo, la parte alargada se instala en el marco de una puerta o ventana y el imán en la misma puerta o ventana, de tal forma que cuando se abre la puerta, el imán se separa de la parte que contiene el circuito electrónico y se dispara el sensor. A nadie le costará entender su funcionamiento ya que hoy en día estamos todos muy acostumbrados a ver detectores de este tipo en nuestras viviendas o en comercios.

Partiendo de la base de que el elemento más pequeño de los dos que componen el detector, no es más que un simple y diminuto imán, podemos imaginar que si en vez de usar ese imán usáramos otro, el funcionamiento sería el mismo. Y así es. Para comprobarlo, basta con acercar un imán cualquiera a la parte del detector que contiene la electrónica. Si el imán está cerca, el detector asume que la puerta o ventana está cerrada. Si alejamos el imán, el detector creerá que la puerta está abierta.

Una vez constatado lo anterior, se me ha ocurrido darle a este detector Fibaro FGK-101 el uso de un tag domótico. En domótica, un tag es un pequeño dispositivo que acercamos a otro dispositivo para desencadenar una acción. Se usa mucho, por ejemplo, para controlar el acceso a una oficina, como si fuera una tarjeta magnética. Cuando el empleado llega, acerca su tag a un dispositivo que lo identifica al segundo, registra su acceso y le abre la puerta, por ejemplo.

En domótica doméstica, ni que decir tiene que esos tags nos pueden ser de gran utilidad. Si cada miembro de la familia lleva uno puesto a modo de llavero y lo lleva siempre consigo, podremos hacer por ejemplo que acercando el tag a un dispositivo de identificación se abra inmediatamente la puerta y se enciendan luces. Existen incluso tags que no necesitan de un dispositivo auxiliar al que acercarlos para que funcionen ya que emiten ondas radio de corto alcance que permite a nuestro servidor domótico saber en cualquier momento si nos encontramos cerca y actuar en consecuencia, sin tan siquiera tener que sacar el tag de nuestro bolsillo. Es el caso por ejemplo de estos Wireless Sensor Tags, que son el resultado de un proyecto de Crowdfunding, como otras tantas iniciativas en el campo de la domótica.

Lo que vamos a hacer nosotros aquí es convertir un detector de apertura de puerta en tag domótico casero. Por lo tanto, no tendremos la opción de codificar los tags para que identifiquen en todo momento a la persona que los use ni tampoco deberemos darle un uso que requiera seguridad. Eso hay que tenerlo muy claro desde el principio. Nuestro tag nos ayudará a la hora de ejecutar una escena de forma muy sencilla y rápida, pero no nos proporcionará seguridad alguna. En primer lugar, vamos a incluir el detector Fibaro FGK-101 en nuestra red Z-Wave.

Inclusión del detector de apertura Fibaro FGK-101 en nuestro sistema domótico

La maniobra de inclusión de este detector no es muy distinta de la de cualquier módulo Z-Wave. En este artículo, donde analizamos exhaustivamente el detector Fibaro FGK-101, explicamos de forma detallada cuál es el procedimiento de inclusión, por lo que no vamos a repetirlo aquí. Además siempre tenemos disponible la gúia para incluir y excluir módulos en nuestros centros domóticos domésticos que podemos consultar pulsando sobre este enlace.

Instalación del detector Fibaro FGK-101 en su emplazamiento definitivo

La ubicación del detector para su uso en forma de tag domótico, dependerá del uso concreto que le queramos dar. En cualquier caso, deberá estar situado dentro del rango de alcance de nuestra red Z-Wave.

Vamos a imaginar que queremos usar ese tag casero para que nos encienda la luz del jardín de nuestra casa cuando llegamos de la calle. Para ello, vamos a situar el sensor en algún lugar donde no se vea y esté protegido de la intemperie, pero que a la vez sea accesible por nosotros ya que para accionarlo deberemos pasar por delante un imán.

Cualquier cavidad en un murete que de a la calle nos servirá. En mi caso particular, recuperé una caja de plástico que tenía dentro lo que llamamos comúnmente un “telefonillo”, el típico interfono de chalet. La vacié completamente e instalé dentro el detector de apertura de Fibaro justo detrás de la tapa de plástico, en el sitio previsto para el altavoz.

Una vez instalada la caja como si fuera un interfono, cuando llego a casa, paso un imán por delante de donde en teoría debería estar el altavoz del interfono, lo que hace que se “dispare” el detector. En este caso concreto, ese detector es el evento desencadenante de una escena en mi servidor domótico Vera que hace que se enciendan las luces del jardín delantero de mi casa y la del hall, dentro de la casa, lo que me facilita mucho la entrada al llegar.

Es evidente que al ocultar el módulo Fibaro FGK-101 dentro de una caja de este tipo, para protegerlo de la intemperie y también para que nadie sepa de su existencia, el imán que viene con el módulo no es adecuado ya que es de poca “potencia” y además muy fácil de perder al ser tan pequeño.

Así que aproveché una visita a Ikea un día para buscar y encontrar un imán más “contundente” y fácil de llevar con mis llaves. Tan sólo tuve que realizar un pequeño agujero en su envoltorio de plástico para poder meterlo en mi llavero. Por si había alguna duda, esto confirma definitivamente que Ikea es nuestro mejor aliado a la hora de customizar nuestra instalación domótica.

En casa, cada miembro de la familia tiene un imán como éste en su llavero, para poder dar las luces de forma extremadamente fácil y sencilla al llegar. Estos imanes se vendían en paquetes de cuatro unidades en Ikea, como os decía antes, aunque por lo visto ya no tienen este modelo concreto. Pero cualquier imán potente nos valdrá.

No he configurado el detector de ninguna manera especial ni he modificado sus parámetros configurables, aunque lo podría haber hecho (por ejemplo, para que en mi servidor domótico el sensor no aparezca como una puerta abierta siempre, ya que no tiene el imán cerca casi nunca, se puede modificar el parámetro nº 3 del detector). Por tanto, una vez que hayamos incluido el detector en nuestra red Z-Wave, lo demás es todo imaginación y creatividad. A mi me venía muy bien lo del tag, pero a ti seguro que se te ocurre otra cosa mucho más ingeniosa aún. Si es así, no dejes de compartirlo con nosotros.