Hace seis meses Matter por fin entró en escena después de varios retrasos con Matter 1.0, prometiendo revolucionar la manera en que conectamos nuestros dispositivos domóticos en casa. La manera de hacerlo es mediante la interoperabilidad entre los fabricantes y garantizando una alta seguridad. Pero desde entonces, es una revolución un poco extraña, muy lenta, y las revoluciones acostumbran a ser más enérgicas.
El ritmo de crecimiento de dispositivos certificados es bueno o malo dependiendo con qué se compare y que se entienda por “dispositivo certificado”.
Dicen que ya hay 1.135 certificados con Matter en un mercado que está por encima de los 100 millones de dispositivos. Parece un porcentaje muy bajo. Y luego miras cifras de Zigbee y Zwave y ambos tienen oficialmente unos 4.000 dispositivos certificados en total. ¿Pero estamos comparando peras con peras?
Aquí puede haber trampa por parte de la CSA (Connectivity Standards Alliance), ya que la certificación se puede obtener sobre papel en una etapa de pre-assembly, es decir, sin haber puesto el dispositivo en fabricación y sólo informando que los chips que se van a utilizar ya cumplen el estándar. Y lo que es más ventajista, o que puede llevar a todo esto a que se convierta en una verdadera chapuza, es que la certificación también se puede obtener aplicando una nueva capa de firmware a dispositivos existentes. DigiCert, entidad certificadora para la CSA, ya está advirtiendo que es un problema que dispositivos existentes puedan ser considerados de la misma manera que los fabricados específicamente para operar con el estándar Matter.
Por si fuera poco, la primera gran actualización de Matter no pone nada nuevo encima de la mesa, sólo soluciona errores y hace pequeños ajustes.
Según el comunicado de prensa de la CSA, Matter 1.1 “crea un camino mejorado para los desarrolladores y nuevas experiencias de usuario”.
En la parte de desarrollo, se facilitan unas especificaciones más claras con el ánimo de potenciar la implementación en nuevos tipos de dispositivos y la CSA abre un centro de pruebas en Portland para que los fabricantes puedan probar la interoperabilidad en diferentes marcas de dispositivos y concentradores domóticos.
Se supone que esto facilitará a los desarrolladores la construcción y certificación de productos para que lleguen antes a los consumidores.
En cuanto a las “nuevas experiencias de usuario”, se limitan principalmente a solucionar el problema de los dispositivos que van con baterías, que ellos llaman dispositivos conectados de forma intermitente (ICD), ya que aparecían como desconectados en los hubs domóticos cuando estaban dormidos, a la espera de un movimiento, una apertura u otra acción que normalmente informan los sensores a pilas. Matter 1.1 promete mejoras para este tipo de dispositivos ICD para que no aparezcan como desconectados.
Lo que no soluciona aún la versión 1.1 de Matter es que se pueda controlar un mismo dispositivo desde diferentes concentradores. Matter está diseñado para facilitar que los dispositivos sean añadidos y controlados por múltiples plataformas pero en la práctica, es todo menos fácil, ya que se puede vincular el dispositivo con un hub escaneando el QR que lleva impreso el dispositivo, pero luego para vincularlo con otro hub, hay que generar un nuevo QR dentro del aplicativo del primer hub. Un lío.
Para finalizar, la CSA se ha comprometido a realizar actualizaciones semestrales, con la próxima para finales de 2023. Esperemos que esta vez cumplan con lo prometido y veamos mejoras significativas en el estándar que nos devuelvan la esperanza en la promesa de Matter.
Para mí no cabe duda de que Matter terminará siendo lo que ha prometido que va a ser. Es cuestión de tiempo. Con los apoyos de las grandes tecnológicas y su potencia de fuego, creo que no hay duda al respecto. Que hay retrasos, cosas que no van tan bien inicialmente, que la adopción es más lenta de lo que pensábamos todos… Pues sí, pero es lógico. Es un ecosistema nuevo… eso requiere tiempo, desarrollo, fallos, correcciones… Digamos que aún está verde pero va a madurar seguro.
Si miramos el Z-Wave por ejemplo, fíjate lo que tardó en salir la serie 700 y las frustraciones que generó ese lanzamiento más que laborioso. Tanto que ya se habla de la serie 800 sin tener apenas dispositivos en serie 700… Y el Z-Wave sigue aquí, al menos de momento.
Desde mi punto de vista, no hay duda de que ahora mismo la tecnología inalámbrica para la Casa Inteligente es principalmente Zigbee (no la única, estamos de acuerdo, y tampoco estoy hablando de smart building ), por muchos motivos: precio, dinamismo, lanzamiento de nuevos productos, evolución (Green Power, Zigbee Direct, Zigbee Pro)… Por eso muchas empresas grandes muy involucradas en Matter han adoptado Zigbee como paso intermedio (y ya veremos cuánto dura ese paso intermedio… no parece que vaya a ser muy corto).